Árboles y sueños, destruidos por quema irresponsable

Un grupo de reforestadores de Francisco I. Madero en Mapastepec, constituido en su mayoría por mujeres, vieron hacerse cenizas al menos 5 hectáreas de mangle botoncillo debido a un incendio. Si bien no se puede recuperar el esfuerzo de años, se puede devolver la fe a esta comunidad, siendo voluntario para sembrar un nuevo bosque y un futuro verde

Lucero Natarén / Aquínoticias

Debido a un incendio, un proyecto de reforestación en la Reserva de la Biósfera La Encrucijada, donde por más de dos años trabajó un grupo de resforestadoras y resforestadores denominado «Las Conchitas», de la comunidad Francisco I. Madero, en el municipio de Mapastepec, fue convertido en cenizas. En la zona fueron destruidas más de 5 hectáreas de mangle botoncillo, palmar y tular, así como la vida de cientos seres vivos.

El siniestro que se produjo el día martes 27 de abril y que siguió activo hasta el miércoles 28, el cual pudo ser provocado, no sólo contaminó el aire y el suelo, sino que también hizo que se perdieran los servicios ambientales que se esperaba proveyera el futuro bosque como es la producción de oxígeno y su respectivo almacenamiento de dióxido de carbono; provisión de alimentos, provisión de madera para uso local, además de haber sido un referente para futuras gestiones o proyectos productivos.

La fe de un futuro verde se había convertido en frustración. Por más de dos años, mujeres y hombres de diversas edades caminaban más de tres kilómetros diarios para llegar a la zona de reforestación, donde se había cavado un pozo artesanal para riego y se nutría la tierra a través de vermicomposta, es decir residuos orgánicos convertidos en abono a través del uso de lombrices.

Pese a lo desolador del escenario, aún se puede hacer algo por el grupo de reforestadores, constituido en su mayoría por mujeres. Convocan a voluntarios, voluntarias, organizaciones e instituciones a sumarse, para que cuando inicie la temporada de lluvias se pueda volver a sembrar para recuperar lo perdido, incluido el ánimo de estas luchadoras; y por supuesto, por el bien del medio ambiente.

Por su parte, Matilde Rincón, de la organización Earthworm, les envió un mensaje a las y los reforestadores:

No hay que decaer el ánimo, tenemos que seguir adelante con el proyecto, si bien esta es una experiencia, hay que pensar en que es lo que aprendimos y retomar las actividades, buscando el apoyo de otras organizaciones y personas que quieran sumarse, no se sientan solos, al igual que ustedes nosotros estamos tristes, no es algo que debió haber sucedido, pero seguimos apoyando al grupo para rescatar el sitio y lograr el objetivo que se planteó en un inicio.

Cabe destacar que en la realización de este proyecto participan tres organizaciones: ESI AC (Ecología Sustentabilidad e Innovación AC) una ONG local, EF (Earthworm Foundation), organización internacional y la Reserva de la Biosfera La Encrucijada.

Te puede interesar ver: Vamos a «Mapa» a restaurar el manglar y la fe de sus guardianas

Para quienes deseen sumarse a la nueva reforestación pueden obtener más información a través de las redes sociales de Ecología, Sustentabilidad e Innovación A.C. 

 

 

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *