Poemas

Paisaje

Helada y penitente
la montaña medita
como un mural sonoro,
más bajo, el río
se deshace la aurora
por los hilos del agua,
como una crin de oro.
La pasada noche
huyó soñando la melancolía
por jazmines abiertos;
y frágiles, los pájaros,
dibujan iniciales en el cielo.
El río largó su azul cristalería;
hay nardos y amapolas,
y una gran soledad
en mi mirada triste.
He de decir adiós a mi paisaje
cuando me marche lejos;
mas, dejaré mi sangre
mezclada con el río
para volver de tarde.

Teresita Flores-

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