Poemas

V

Si un dios alado
Descendió
y se posó en mi alma
nunca lo sabré.
Sólo puedo mirar atrás
y ver la vida que me fue prestada.
El tiempo sólo nos deja ver
lo que se lleva para siempre.
La ilusión de que todo es inútil
obliga a intentarlo todo inútilmente.
Mientras parece que el mundo se destruye
y se construye cada día ante nuestra mirada.
Me levanto con el alba
para leer lo que escriben los sueños
en los bordes de mi vida.
Ser humano es ser frágil memoria
que ve morir
las simples conclusiones.
Corazón de lo viviente
tinta del alma…no me abandones…
Como el pan de cada día casi avergonzado
el resto lo doy ha quien lo necesite.
Siempre hay alguien esperando que suceda lo imposible.

Héctor Berenger-

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